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Máquinas expendedoras de bebidas alcohólicas controlan documento y aliento del cliente


La Junta de Control de Bebidas Alcohólicas de Pensilvania está haciendo cambios para tratar de incrementar sus ventas con máquinas que expenden alcohol.

El PLCB ha dado su sello de aprobación para empezar a vender a licor fuerte en máquinas localizadas en algunas tiendas de comestibles.

Para ser rentable, estas máquinas expendedoras necesitan vender 50 botellas al día.

Hasta ahora, sólo han ofrecido vino y en algunas de las máquinas se están vendiendo tan sólo dos botellas por semana.

Joe Conti, CEO de Pensilvania Liquor Control Board dice que el estado está cerca de empezar un programa piloto que ofrece selecciones de licores fuertes en 5 a 10 kioscos existentes en todo el estado.

"Algo sorprendente para nosotros, es que además de vino, la gente quiere comprar bebidas más fuertes en una tienda de abarrotes. Estamos haciendo todo lo posible para aumentar la aceptación del cliente y su uso", dijo Conti.

Las máquinas ofrecen los bebedores una nueva opción de lugares de venta de alcohol en un estado donde el gobierno tiene el monopolio de la venta de vinos y licores.

En este momento, las máquinas se encuentran en las tiendas de comestibles y exigen a los compradores probar su edad y respirar en un sensor para demostrar que no están intoxicados.

Toda la transacción también se controla de forma remota por un empleado de PLCB utilizando una pequeña cámara.

En diciembre, el estado desactivó los kioscos por unas semanas debido a problemas técnicos.